Con una estrategia fría y efectiva, logró que EE.UU. no imponga aranceles
Mientras muchos líderes internacionales se enredan con Donald Trump, Claudia Sheinbaum, la flamante presidenta de México, lo enfrenta con números, diplomacia y resultados concretos. En plena tensión por una nueva guerra comercial, logró evitar que se impongan aranceles a productos mexicanos, dejando a otros países tambaleando ante las decisiones del mandatario estadounidense.
Trump, quien suele ridiculizar a sus oponentes, se refirió a Sheinbaum como una «mujer maravillosa». Y no es casualidad. La estrategia de la presidenta mexicana no pasa por tuits explosivos ni confrontaciones mediáticas, sino por llamadas telefónicas, estadísticas bien armadas y una visión clara: cooperación sin sumisión.
Sheinbaum, doctora en física y experta en cambio climático, no es nueva en la gestión pública. De jefa de distrito a alcaldesa de Ciudad de México y ahora presidenta, ha demostrado que sabe moverse con inteligencia. Su estilo analítico y mesurado ha sorprendido incluso a los que pensaban que seguiría los pasos de su mentor, Andrés Manuel López Obrador.
En lugar de confrontar, negoció. En vez de protestar, logró resultados. Gracias a sus gestiones, México quedó fuera de los nuevos aranceles estadounidenses, mientras que otros países todavía enfrentan represalias. Y lo hizo sin gritar, sin imponer sanciones, solo con una estrategia clara y firme.
Su enfoque también ha tenido impacto en temas delicados: extradiciones de narcos, seguridad fronteriza y cooperación bilateral. Más de diez mil soldados estadounidenses fueron desplegados en la frontera con el aval del gobierno mexicano, mostrando una postura firme, pero diplomática.
Claudia Sheinbaum demuestra que se puede ejercer liderazgo sin estridencias. Su aprobación interna supera el 75%, y su figura crece como símbolo de una nueva política: menos show, más resultados. En una región marcada por la confrontación, su estilo ofrece una alternativa que está dando frutos.
Aunque aún está por verse si podrá mantener esta ventaja frente a Trump en el largo plazo, lo cierto es que México ha ganado tiempo, estabilidad económica y respeto internacional gracias a su presidenta.
Sheinbaum ha mostrado que se puede negociar con Estados Unidos desde una posición firme y digna. Y en una América Latina necesitada de liderazgos efectivos, su ejemplo comienza a resonar más allá de las fronteras mexicanas.